Hace más de 20 años, Anne y Shelly, dos hermanas de Dublín, se fueron de viaje con sus mochilas a cuestas. Se lo pasaron como nunca, ¡pero esto no bastó a este dúo dinámico! Inspirándose en sus estancias en albergues de todo el mundo, decidieron abrir las puertas del suyo propio. Así nació Ashlee House, en 261 Grays Inn Road, en Londres. Las dos hermanas aprovecharon la experiencia de las cosas que les habían gustado (¡o que habían detestado!) de otros albergues para convertir Ashlee House en una realidad. Pronto se convirtió en un albergue de mochileros de éxito y muy conocido. Así pues, las hermanas pusieron sus miras en cosas más grandes…
¡Cosas grandes como el rock and roll! Bueno, más o menos. Un antiguo palacio de justicia salió al mercado. Fue el lugar donde se juzgó a la banda de punk The Clash y donde una vez trabajó Charles Dickens. Las hermanas sabían que se trataba de una oportunidad demasiado buena como para desaprovecharla. Con sólidos conocimientos del sector (¡y siempre preparadas para un nuevo reto!), se hicieron cargo del antiguo y destartalado palacio de justicia y lo convirtieron en su próxima aventura para un nuevo albergue. El impresionante edificio se renovó con mucho cariño y una decoración colorida, atrevida y extravagante. Reabrió sus puertas con el nombre de Clink. (¿Por qué “Clink”? Se trata de un antiguo término coloquial inglés que significa prisión, y con sus viejas celdas y salas de audiencia, ¡el nombre parecía más que adecuado!).
Entonces Ashlee House y Clink se unieron bajo la marca corporativa Clink Hostels. Los edificios pasaron a llamarse Clink78 y Clink261. Aunque diferentes en tamaño y estilo, compartían la misma energía y el mismo espíritu. El enfoque de los equipos de ambos albergues era interactuar con los huéspedes y entender sus necesidades. El objetivo final era y sigue siendo a día de hoy ofrecer una magnífica experiencia a los huéspedes.
Desde entonces, permanece abierto ClinkNOORD, en el distrito moderno y creativo de Noord, en Ámsterdam. Está situado a orillas del río IJ, a solo unos minutos de la Estación Central de Ámsterdam. Este grandioso y antiguo laboratorio era la antigua sede del gigante del petróleo y del gas, Shell. Renovado por arquitectos holandeses, constituye nuestro primer paso en la Europa continental. ¡Nos emociona estar aquí!
También estamos ocupados buscando nuevos lugares en los que instalarnos, así que mantén los ojos bien abiertos para no perderte las noticias de nuestra próxima inauguración…